ANA
BETINA LACUNZA*UNIVERSIDAD DEL NORTE SANTO TOMÁS DE AQUINO – ARGENTINA. NORMA
CONTINI DE GONZÁLEZ** UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN – ARGENTINA. ALEJANDRO
CASTRO SOLANO***UNIVERSIDAD NACIONAL DE BUENOS AIRES - ARGENTINA
La intencionalidad de los
autores de este texto es describir las habilidades cognitivas simultáneas de
niños y niñas en situación de pobreza de san miguel de Tucumán (argentina),
donde se evaluaron 283 niños de 3 a 5 años. Según el sexo, el diagnóstico nutricional y los
niveles de NES (nivel socioeconómico) bajo en un mismo contexto de pobreza.
En esta investigación logran
dar a conocer que el déficit nutricional
influye en las funciones cognitivas que impacta de corto a largo
plazo el desarrollo del sistema
nervioso. Logrando así hacer
comparaciones de niños provenientes de
hogares con numerosos indicadores de necesidades básicas insatisfechas (NBI)
respecto a sus pares pertenecientes a familias con necesidades básicas
satisfechas. Lo que logro indicar que variables socioeconómicas se asocian
estrechamente con el estado nutricional y el desarrollo cognitivo del niño.
Por
otro lado, de acuerdo a Andrés Pueyó (1996) quien define a las habilidades cognitivas como
aquellas cualidades o rasgos característicos de una persona que están presentes
al momento de realizar una tarea mental y que corresponde al desarrollo -por
entrenamiento o práctica- de las capacidades potenciales del individuo.
De acuerdo a lo anterior, Das y Mensink (1989)
estudiaron si existía una relación entre las habilidades cognitivas simultáneas
y secuenciales, evaluadas por el K-ABC, y los logros escolares en lectura y
matemáticas. En su estudio participaron 79 alumnos de 5° grado. Encontraron que
los mayores desempeños en tareas relacionadas al procesamiento simultáneo y
secuencial se asociaban a la decodificación y comprensión para la lectura como
para la resolución de problemas matemáticos.
En definitiva, estos datos permiten afirmar que el fenómeno de la
desnutrición no explica, de modo aislado, las dificultades cognitivas en niños
con privaciones socioeconómicas, ya que otros factores de la pobreza coexisten
junto a las carencias nutricionales. Cortes, Romero, Hernández C. y Hernández
P. (2004) afirman que se ha relativizado el valor de las carencias
nutricionales en el desarrollo del niño, principalmente en las limitaciones
cognitivas. Determinantes biológicos, afectivos y sociales constituyen factores
de riesgo en un cuadro de desnutrición en un contexto de pobreza, por lo que no
es posible plantear una relación unicausal entre la presencia de desnutrición y
el déficit cognitivo.
Al considerar la temática de la pobreza, no sólo es importante
plantearla en términos de posesión de bienes, sino que en sentido psicológico
cabe considerar cómo impactan las múltiples privaciones y ambientes carenciados
en el desarrollo cognitivo y social del niño. Las privaciones económicas
generan incertidumbre y estrés, por lo que aumentan la posibilidad de estados
emocionales negativos en los adultos a cargo del hogar (Lipina, 2006). Estas
perturbaciones psicológicas en los padres tales como depresión, ansiedad,
escaso control de los impulsos, entre otras, pueden teñir negativamente las
prácticas de crianza. A su vez, estas modalidades pueden limitar las
posibilidades de que el niño cuente con el acompañamiento del adulto para
explorar su contexto más próximo, provocando así consecuencias negativas en la
constitución de una personalidad saludable (Ardila, 1979).
Sin embargo, no todos los sujetos de estos contextos
desfavorecidos responden del mismo modo ante estos factores estresantes
producto de la pobreza.
En síntesis, este estudio mostró que los niños desnutridos y no
desnutridos pertenecientes a contextos de pobreza tenían habilidades cognitivas
simultáneas y secuenciales similares. Sin embargo, se demostró que a medida en
que aumentaban las condiciones de pobreza, eran menores las habilidades
cognitivas. También se encontró que pobreza y desnutrición se potencian,
generando una causalidad recíproca y limitando la expresión de dichas
capacidades.
Esto destaca que el fenómeno de la desnutrición no explica, de
modo aislado, las dificultades cognitivas en niños con privaciones
socioeconómicas, ya que la intervención de otros factores de la pobreza
coexiste junto a las carencias nutricionales.
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